Madrugada

"Esta madrugada
que parece nunca acabar,
esta noche de angustiosa calma.
Quédate conmigo
hasta que la luz se haga,

esta noche oscura de mi alma..."

Amaral - Esta madrugada


Quiero desgarrar la noche. Abrir en canal la tumba de mi alma y arrancársela a la tierra, para volver a meterla en mis entrañas.

Mi alma...sucia, oscura y desterrada, llena de defectos y perversiones, no es la típica que uno luciría en su repisa. Está muerta, y es que dudo que alguna vez tuviese vida...pero es un alma...la única que encaja en mi cuerpo...e incluso un alma muerta es mejor que nada...incluso querer morir es mejor que no sentirse viva...

A.

Carne

"Don't know how I subsist

with candled up nights and pure spirits

I don't know how you dragged me here

Don't know how I got here, but now you...

take me home"

Russian Red - Take me home

¿Qué decidirá el emperador? ¿Hacia donde apuntará el pulgar? Vida, muerte o simple existencia.

Mercados de carne donde las piezas se subastan al orden de un simple click. Decides jugar a la lotería con los nombres y las caras de la gente. Si quieres participar solo tienes que sacarte el corazón y soltar las ropas, esperando a que se surjan las ofertas por tu cuerpo. ¿Quién será el mejor postor? Como a los caballos te comprueban las encías, los dientes y las herraduras. Y ahí estás tú, desnuda en medio de la multitud, en un oscuro agujero de la existencia humana, despojada de tu piel, con tu alma expuesta y el corazón palpitante en tu mano…esperando que alguien te compre.

Y esta yegua se siente hoy como esos pobres equinos de carreras, considerados viejos a temprana edad, molidos de tantos azotes y golpes, con el interior corroído. Esos pobres diablos cuya carne no compran ni para fabricar el pienso de vuestros perros. Yegua coja…tuerta…usada…que casi no se sostiene en pie. Viejo coche de carrocería oxidada…¿quién iba a dar un real por ti?

A.

Odio

"Una noche me contó un marinero,

en una taberna,

que en el amor y en la guerra
cualquier agujero es trinchera,
nos bebimos la bocana del puerto
ahí borrachos de pena.
Me decía que si mueres por dentro
lo de fuera da igual.

De mujeres y de sueños maltrechos
llenamos el aire;
ya se sabe lo mejor es aquello
que nunca tendrás"

Revolver - Marineros varados

Ven, túmbate, yace conmigo un rato. No tengas tanta prisa. Si la cosa va de tiempo no te preocupes, compraré un poco más.

Llegué a odiar. Odié el ruido, odié la sangre oxidada que salía por las tuberías en forma de agua, el olor rancio del fuel, odié el vaivén que me acunaba, odié cada amanecer, cada atardecer. Odié Sevilla, cada puerto, cada mujer. Odié cada maldita gaviota que decidía posarse a morir...las odié...casi odio hasta el mar.

Yo por ti llegué a odiar, y tú por mí no fuiste capaz ni de amar.


A.

Tormentas de verano

"Que no pasa nada,

que el aire se acaba,

que han muerto las ganas.

Tanto tiempo bailando en el barro, coleccionando destrozos

promesas y arrepentimientos.

Por la calle tristeza

van de la mano la rabia y la culpa,

hoy me siento tan sola

quiero escapar y no puedo..."

Doctor Deseo - Destrozos, promesas y arrepentimientos

Diluvia tras la ventana. Duermo despierta mientras oigo las gotas luchando por atravesar el cristal, echando una carrera por ver quien muere antes. 

Olor a tierra mojada, noche húmeda de sueños que arrastran la lluvia; me asomo y los veo precipitarse hacia las alcantarillas...donde las ratas han comenzado a engullir ya los sueños de los demás...da igual, déjalos que se pudran bajo el asfalto, mañana volveré a soñar.


A.

Emociones

"Uno de los grandes problemas de la vida es que no podemos tener ninguna emoción pura. Siempre hay en nuestro enemigo algo que nos gusta, y en nuestro amor algo que nos desagrada. Es este enredo químico lo que nos hace viejos, y nos arruga la frente y hace más profundos los surcos de nuestros ojos.

Si fuéramos capaces de amar y odiar con tan buen corazón como los Sidhe, podríamos volvernos tan longevos como ellos. Pero hasta que llegue ese día, sus incansables gozos y pesares siempre habrán de constituir la mitad de su fascinación. En ellos, jamás se agota el amor, y las órbitas de los astros no pueden rendir a sus pies danzantes.

Los campesinos de Donegal se acuerdan de esto cuando se doblan sobre la pala, o se sientan junto a la criba, al anochecer, absortos en la pesadez de los campos, y cuentan historias sobre lo que no se puede olvidar." 

"El Crepúsculo Celta" - William Butler Yeats